Ruinas de Todos Santos

 

Los vestigios de Todos Santos fueron descubiertas por azar en noviembre de 1972, mientras se procedía a la construcción de un inmueble, fue entonces cuando se encontraron dinteles incásicos y otros vestigios.

Este sitio es muy importante por cuanto en el lugar existe una superposición de tres culturas: Cañari, Inca y Española. La cultura Cañari habitó esta zona entre el 500 y el 1500 DC. Los Incas llegaron a esta región en el año de 1470 y a pesar de la resistencia de los cañaris establecieron la ciudad de Tomebamba.

Es una zona de gran valor puesto que durante el reinado del Inca Huayna-Capac, Todos Santos se convirtió en una prolongación del barrio religioso de Pumapungo que podemos visitar a continuación, por ello se pueden encontrar numerosas ruinas visibles a lo largo de la margen izquierda del río Tomebamba. En la entrada se observan muros de piedra de río propios de los cañaris, lo que demuestra que habitaron esta zona. Hacia adelante se observa varias estructuras tipícamente incásicas como el muro de las hornacinas con un estilo cuzqueño. El período colonial está representado por los vestigios de los cimientos de construcciones españolas, el molino utilizado para la producción de harina.